jueves, 25 de febrero de 2016

Turismo en Berlín


En este post quería hablaros sobre cómo viajar a Berlín por 270 euros. Este viaje fue en septiembre de 2015. Consultando los precios de los vuelos ahora mismo, están un poco más altos, aunque el hotel sigue costando más o menos lo mismo. Los datos del viaje son los siguientes: 
  • Duración: 7 días y 6 noches.
  • Hotel: All in Hostel, Berlín.
  • Vuelo: Ida con Easyjet y vuelta con Ryanair.

Hotel 

El precio del hotel fue de aproximadamente 126 euros por persona, en habitación con baño privado y dos camas individuales. 
Reservamos el hotel en la página "quehoteles.com". Normalmente siempre reservamos con Booking, pero en esta página estaban agotadas las habitaciones para esas fechas, por lo que decidimos probar con esta otra. Ya es la segunda vez que la usamos y por el momento, puedo decir que es de fiar y las opiniones son bastante acertadas. 
El hotel es una especie de albergue juvenil, con mucho ambiente aunque muy tranquilo por las noches. Nuestra habitación tenía dos camas separadas. Creo que no hay opción a cama de matrimonio, pero se pueden juntar perfectamente. El baño era muy limpio y el desayuno estaba bastante bien por el precio que paga. 
En Berlín es necesario pagar una tasa turística al llegar al hotel. La tasa por persona y 6 noches fue de 5,5 euros.


(Perdón por el desastre, pero siempre me acuerdo de hacer las fotos justo antes de dejar el hotel, con las camas sin hacer)
La situación del hotel también estaba bastante bien. Cerca del antiguo muro de Berlín o East Side Gallery.


Vuelo

El precio del vuelo ida y vuelta fue de 138 euros por persona. Los horarios que escogimos eran perfectos para disfrutar al máximo todos los días. Salimos el lunes por la mañana pronto a las 09:15 y el vuelo de vuelta fue el domingo siguiente por la tarde sobre las 20:30 
Como ya he adelantado en posts anteriores, los vuelos siempre los busco en Skyscanner, ya que aquí se pueden comparar varias páginas y activar un aviso para que la página te avise cuando el vuelo que te interesa baje su precio.
Como el hotel tenía opción de guarda-equipaje pudimos aprovechar el último día sin problemas y por eso el vuelo elegido fue a las 20:30 de la tarde. 

El vuelo de ida fue en Easyjeat. Esta compañía no es de mis favoritas. En primer lugar sólo permiten un "bulto" como equipaje de mano, es decir, una sola maleta, no permiten pasar con un pequeño bolso de mano con los documentos o las cosas básicas, todo debe ir dentro de la maleta, lo que es un poco incómodo.

A pesar de que las medidas que permiten para el equipaje de mano son mayores que en Ryanair, mi maleta no cabía en los cajones de medida , ya que piden meter la maleta en horizontal, y la mía es un centímetro más larga de lo permitido, por eso, como en Ryanair piden comprobar si la maleta cabe en vertical, nunca tengo problema, porque ese centímetro no se nota. 

Por eso, si me dan a elegir, prefiero volar con Ryanair. 
El aeropuerto al que llegamos es el aeropuerto secundario de Berlín, Berlín Schönefeld. Está a unos 20 km del centro y el trayecto en tren dura unos 40 minutos. 
Aquí podéis visitar la página de Skyscanner


OTROS GASTOS 

Transporte 

Normalmente nunca compramos las tarjetas turísticas de las ciudades ya que a mí, personalmente me encanta patear la ciudad. Es la mejor forma de conocer un lugar y empaparse de todos los olores, sensaciones, arte callejero, tiendas curiosas.... 
Esta vez decidimos coger la tarjeta de transporte válida para una semana. Se compra en el propio aeropuerto y sirve desde el momento en que la pasas por una máquina en el primer uso y no hay que volver a usarla, ya que en Berlín no es necesario pasar tornos en el tren o metro. Eso sí, hay que llevarla siempre encima porque hay revisores. A nosotros nos la pidieron el último día de camino al aeropuerto. 
El precio de esta tarjeta es de 37 euros. Parece muy cara, pero merece la pena sobre todo si se visitan lujares lejanos como Potsdam y el campo de concentración de Sachsenhausen. Y además, lo mejor es que incluye todo tipo de transportes y sin límite de zonas. 

Museos y Visitas 

Para entrar a los museos, es muy útil comprar la tarjeta "Museumpass". Esta tarjeta te da acceso ilimitado durante tres días consecutivos a la mayoría de los museos de Berlín, salas de exposiciones y algunas iglesias. Los museos que no incluye aunque son importantes son: el museo de la DDR o RDA, el museo sobre el Checkpoint Charlie o el Museo Histórico Alemán. Tampoco incluye la entrada a la catedral de Berlín o Berliner Dom. Que no se incluyeran estas visitas fue lo que más nos decepcionó de la tarjeta.
Incluye la entrada a todos los museos de la Isla de los Museos (Museumsinsel) así como un audio-guía para cada museo. Ya sólo por esas entradas merece la pena comprar la tarjeta. 

El precio de la tarjeta es el siguiente: 
  • Estudiantes con Carnet Internacional de Estudiante: 12 euros. 
  • Adultos sin Carnet de Estudiante: 24 euros. 
Si sois estudiantes es muy recomendable tener este carnet porque en este caso, el descuento es del 50% en el precio de la tarjeta. 
Aquí tenéis info sobre la tarjeta Museumpass

Comida y Compras 

Para comer, solíamos comer en puestos callejeros, comprando sándwiches en supermercados o como de costumbre en burguers... 
Lo que más me sorprendió de Alemania es que el precio de la vida es similar al de España. No entiendo muy bien por qué ya que en Alemania los sueldos son el doble de altos... Sin embargo lo único que es notablemente más caro que en España, a simple vista, es comer fuera, en un restaurante un poco formal. El resto de productos como ropa, cosméticos, comida... tiene unos precios similares a España. 

Por tanto, en mi caso, con 10 euros al día tenía de sobra para comer y cenar perfectamente. (Tengo que reconocer que como muy poco así que depende de cada persona) 

Por poner un ejemplo, me enamoré de una droguería muy famosa en Alemania. Su nombre es DM. Todo me pareció baratísimo en comparación con España, así que fue una pena no facturar una maleta para traerme mil productos de cosmética. En muchos de los productos que yo compro habitualmente encontré una diferencia de 4 o 5 euros. 

Aquí os dejo el link para que lo comprobéis vosotr@s mismos: Perfumería DM

Presupuesto Final Por Persona 

  • Hotel: 126 euros aprox.
  • Vuelo: 138 euros. Depende de las fechas.
  • Tasa turística: 5,5 euros por persona para 7 días.
Estos son los precios aproximados para el viaje básico a Berlín. A partir de aquí todo depende de cada persona y de lo que esté dispuesto a gastar. 
Estos fueron mis gastos adicionales: 
  • Transporte: 37 euros. 
  • Museos: 12 euros 
  • Comida: alrededor de 10 euros al día. 

TOTAL : 389 euros por persona. 

Este precio puede variar dependiendo de las fechas. Es un presupuesto aproximado, bastante asequible para visitar Berlín durante una semana al completo, conociendo la mayoría de sus rincones. 

Depende del tipo de viaje que quiera realizar cada uno y que quizás haya opciones aún más baratas que ésta. De esta manera, me gustaría compartir un viaje desde mi experiencia y considerando que he conocido la ciudad de una forma con la que estoy muy satisfecha. A parte de eso, tengo que decir que es el viaje en el que más presupuesto he invertido.

Espero que os haya servido de ayuda. Hasta la próxima.

viernes, 19 de febrero de 2016

Bienvenidos a Malmö

En este post voy a hablaros sobre la ciudad de Malmö. Esta ciudad está situada al sur de Suecia y está conectada con Copenhague por el puente de Oresund. Este puente conecta Dinamarca con Suecia desde el año 2000. Mide unos 7 kilómetros de largo y se puede atravesar tanto en vehículo propio como en tren. 
En la parte que sale desde Copenhague, hay un tramo de túnel que pasa por debajo del mar, igual que el EUROTUNEL. 
Malmö es una ciudad que suele visitarse junto con Copenhague y otras ciudades en el mismo itinerario. El tren que va a hasta la estación de Malmö se coge tanto en la estación central de Copenhague como en el aeropuerto. 

Nosotros decidimos ir hasta el aeropuerto porque habíamos leído que había unas taquillas para poder dejar el equipaje. Malmö fue la última ciudad que visitamos antes de coger el vuelo de vuelta a Madrid. íbamos cargados con el equipaje y no era muy buena idea seguir cargando con él durante la visita a la ciudad. 
En el aeropuerto nos dijeron que en la estación de Malmö había unas taquillas, así que decidimos arriesgarnos. El precio de los tickets fue de alrededor de 20 euros por persona, ida y vuelta. El ticket fue mucho más barato que el precio que habíamos visto en las máquinas expendedoras. En concreto, el precio total fue de 288 DKK

Por eso, es mejor sacar el billete directamente en la taquilla de venta ya que es más barato. No recuerdo cuánto fue la diferencia de precio pero sí que nos sorprendió el ahorro. 
El trayecto duró 30 minutos. Cuando llegamos a la estación buscamos las taquillas. El precio para dejar el equipaje era de 80 coronas suecas (SEK) para 24 horas. Unos 9 euros en total. En cada taquilla caben de sobra dos maletas de mano, así que si vais dos personas, solo será necesario alquilar una. 
En la oficina de turismo que hay en la estación te darán un mapa de la ciudad gratis para que puedas visitarla mejor. 
Malmö es una ciudad con mucho encanto. Llena de edificios antiguos, bicicletas, canales y lagos. 
Cerca de la estación se encuentra esta escultura muy famosa de un revólver con el cañón anudado. Es una obra del escultor Carl Fredrik Reuterswärd.




En nuestra visita no seguimos un itinerario muy ordenado. La ciudad no es muy grande así que en 4 o 5 horas puede verse todo lo principal si se va caminando. 
Primero fuimos a la zona de compras. Esta zona conserva los edificios antiguos. Me recordó mucho a la ciudad de Potsdam en Alemania. 



Malmö está lleno de esculturas y estatuas de bronce que tanto me encantan. Casi nunca me puedo resistir a hacerme una foto con ellas. 
En uno de los puentes del centro hay una escultura de Asa Maria Bengtsson. Es una fila de diferentes zapatos que pertenecen a famosos actores suecos. 



En la zona de compras, se encuentra también el centro comercial TRIANGELN. Está lleno de tiendas de decoración nórdica, estilo IKEA. Yo tenía ganas de comprármelo todo, pero los precios son un poco elevados. 


Al lado del centro comercial se encuentra el KONTSHALL. Un centro de exposiciones. Al principio creíamos que era una especie de albergue municipal. Se trata de un edificio de cristal con una enorme sala despejada. Cada pocos metros había una especie de paneles de madera, que según he averiguado después, sirven para pintar en ellos. 
Estaban cubiertos con una manta de pelo de cuadros negros y blancos. Nos sorprendió mucho esta exposición, ya que es un arte muy minimalista. 
La exposición estará en el Konsthallen hasta el día 1/5/16 y es una obra del artista Heimo Zobernig. 
La intención de esta obra es invitar a la gente a sentarse, tumbarse e incluso echarse una siesta en estos paneles. Yo nunca he sido muy partidaria del arte moderno. Prefiero ver un cuadro que me deja impactada por su realismo, por ejemplo o una exposición de fotografías impactantes, pero tengo que reconocer que este tipo de exposiciones me están empezando a conquistar. 


En este enlace, podéis encontrar más información sobre la exposición:  Kontshall Malmo 
Cuando dejamos atrás el casco antiguo de la ciudad llegamos hasta una plaza en el barrio de MOLLEVANGEN donde se encuentra un edificio emblemático y donde se celebra un mercado de frutas verduras y flores los sábados por la mañana. 



Uno de los mayores atractivos de Malmö son sus parques. El PILDAMMSPARKEN es un parque precioso con lagos y perfecto para pasear. Es perfecto para hacer fotos, aunque hay que tener cuidado con las gaviotas cuando se da de comer a los patos, porque se ponen a volar encima de las personas y da un poco de miedo, aunque es muy divertido. Nunca había visto nada igual. 


Por último, el último de los parques que visitamos fue el parque de Malmohös donde se encuentra el Malmö-Musee
En este parque, la mayoría de los lagos estaban ya casi congelados. 



Como os decía, me encantan todas las esculturas de bronce que suele haber y no puedo resistirme a hacerles fotos.


Por último, desde lejos vimos el edificio Turning Torso. Obra del arquitecto español Santiago Calatrava. Es un edificio residencial de 190 metros de altura. Es el edificio residencial más alto de Suecia. 


Tras pasar de nuevo por el casco antiguo de la ciudad, volvimos a la estación central, para volver de nuevo al aeropuerto de Copenhague con destino Madrid. 

Con esta excursión a Suecia finalizó nuestro primer viaje a los países nórdicos. Nos vemos pronto.


viernes, 12 de febrero de 2016

Copenhague, la ciudad de los guantes perdidos

En el post de hoy quiero hablaros del último viaje que he hecho. Como ya os anticipo ha sido un viaje a Copenhague en Dinamarca. 

El viaje empezó el 27 de enero (miércoles) hasta el 30 de enero (sábado) por la noche. Ha sido una mini-escapada pero suficiente para verlo todo y poder disfrutar de esta ciudad y de su viento helador.
Antes que nada quería deciros que encontrar este vuelo fue un chollazo total: 32 euros ida y vuelta, con la compañía Ryanair. Siempre encuentro chollazos de vuelos y la gente me pregunta que cómo lo hago. Sinceramente tengo mucha curiosidad en saber el motivo de semejantes diferencias en el precio de los vuelos de un día para otro, pero no lo sé, así que si alguien lo sabe, que me lo diga.

Un truco que sí utilizo es un buscador de vuelos que se llama Skyscanner, al que dedicaré otro POST que incluirá además trucos y otras páginas y buscadores donde reservo mis viajes. 
Otro consejo es cambiar el dinero antes de viajar, ya que en Dinamarca utilizan las coronas danesas (DKK) en lugar del euro. Yo siempre cambio las divisas en el Banco Santander, donde tengo una cuenta joven. Este banco no cobra comisión a los que tenemos cuenta joven por cambiar el dinero, pero sí es cierto que no te da todo el valor por tu dinero, pero vamos, como en el resto de bancos. 

Dinamarca es el país más caro de la Unión Europea y con razón.... su moneda es muy fuerte y el IVA en casi todo es del 25% por lo que va a ser difícil poder comprar muchas cosas allí si vas con un presupuesto ajustado.

Día 1 Miércoles 

Llegamos al aeropuerto de Copenhague a las 20.00 más o menos y lo primero que hicimos fue comprar los billetes de tren hasta la estación central, donde teníamos el hotel. El precio del billete fue de 36 DKK, unos 5 euros. Algo bastante caro para lo que estamos acostumbrados pero en fin, aun así era la opción más asequible. 

El hotel en el que nos alojamos fue el Annex-Absalon. Es un hotel céntrico al lado de la estación central de Copenhague y muy cerca del parque de atracciones de TIVOLI y de la plaza central de la ciudad. 
Es un hotel juvenil con decoración muy sencilla de estilo nórdico. Escogimos esta opción ya que tiene baño compartido, pero tenía muy buenas opiniones acerca de la limpieza. El precio se reduce muchísimo si se escoge la opción del baño compartido. En nuestro caso había 4 aseos para toda la planta (unas 20 habitaciones) y dos duchas, pero de verdad que todo estaba impecable y en ningún momento encontramos los servicios ocupados. 

La habitación está muy bien. Tiene un lavabo pequeñito y una tele Smart TV enorme con canales en inglés, danés y alemán. Los nórdicos de la cama son puro amor.
Cuando llegamos al hotel dejamos el las cosas y fuimos a dar una vuelta para conocer un poco los alrededores (la vuelta acabó siendo de dos kilómetros) y todo estaba ya muy apagado porque eran sobre las 22:00 y casi todo cierra  a las 18:00 de la tarde. Los restaurantes están abiertos hasta las doce de la noche más o menos, pero los días terminan bastante antes que aquí, lo que es normal porque se levantan a las 6:00 am. 

Día 2 Jueves 

Nos levantamos como a las 9:00 de la mañana. Tardísimo comparado con el ritmo de vida de la ciudad. Nos pusimos todas las capas de abrigo encima y salimos a la calle. No paramos a desayunar ya que como sabíamos que todo iba a ser carísimo, llevamos barritas energéticas y dulces para poder ahorrar un poco, por lo que cogimos un café baratito para llevar.
Tampoco cogimos la opción del transporte público o la típica tarjeta de turista porque la ciudad no es muy grande y como mejor se disfruta es caminando. 

Primero fuimos a la plaza del ayuntamiento (Radhuspladsen) donde se encuentra un ayuntamiento impresionante. Esta plaza es el inicio de la calle más comercial y turística de la ciudad. En el lateral derecho del ayuntamiento se encuentra la estatua de Hans Christian Andersen, el escritor más popular de Dinamarca. Enfrente se encuentra el parque de atracciones Tivoli. Una pena no poder entrar puesto que permanece cerrado de enero a abril.

Paseamos un poco por la calle Stroget. La calle peatonal más larga de Europa. Allí hay todo tipo de tiendas, de lujo, las típicas tiendas de souvenirs, algo caras por cierto y otras tiendas con marcas típicas de los países nórdicos. También allí se encuentra el museo del World Guiness Record. En la entrada hay una representación del hombre más alto del mundo. Según dicen, no merece mucho la pena la entrada a este museo ya que se visita en 15 minutos y cuesta 100 DKK, unos 13 euros. 
De vez en cuando nos salíamos de la calle Stroget para ver otras callecitas más pequeñas y con edificios curiosos. En este barrio hay muchas cafeterías y bares con terrazas y mantitas y tiendas de segunda mano. 





Como veis, las bicicletas inundan esta ciudad. Copenhague fue declarada Capital Verde Euopea en 2014 y no es para menos. Todo el mundo se mueve en bici y en mil tipos de bicis o carros tirados por bicis. Una gran ventaja es la seguridad, ya que casi todo el mundo deja la bici sin atar a ninguna parte, únicamente ponen un freno en la rueda para que nadie pueda montar en ella, pero nada más. 
La seguridad es una de las cosas que más me ha gustado de esta ciudad, siempre he llevado la mochila a la espalda y no he tenido la sensación de que quisieran robarme o que se acercaban sospechosamente. 
Al final llegamos a Nyhavn. El sitio más fotografiado de Copenhague junto con la sirenita. Es el canal en el que están las casas de colores. En una de ellas vivió Hans Christian Andersen. Estas casas están cerca del puerto y según dicen, antiguamente eran casas de prostitutas y burdeles que frecuentaban los marineros antes de irse a alta mar durante meses. 


Este día hacía un viento helador pero al sol se estaba perfecto así que seguimos andando por el puerto y llegamos hasta la librería Black Diamond. Un edificio moderno y una referencia para los arquitectos. 



Este edificio se encuentra enfrente de la opera de Copenhague, otro edificio de estilo moderno. Estos dos edificios están separados por un canal por el que se hacen rutas turísticas en barco. Salen desde el principio de la calle Nyhavn y llegan hasta la estatua de la sirenita. Su precio ronda los 10 euros. 

Caminando un poco más llegamos hasta Amalienborg. En este lugar vive la familia real danesa. Es una plaza muy amplia donde se encuentran varios edificios, entre ellos el palacio principal: 



En esta plaza se encuentra la guardia real, bastante parecida a la que hay en Londres. Son unos soldados muy simpáticos que caminan de un lado para otro. En Dinamarca, el país donde nació LEGO es difícil no encontrar una representación de la guardia real en figuras de LEGO. Esta se encuentra en el escaparate de la tienda LEGO en la calle Stroget. 




También enfrente de Amalienborg, caminando por la calle Frederiksgade se encuentra Marmorkirke, una catedral con una enorme cúpula azul. Esta catedral está inspirada en la catedral de San Pedro en Roma. Su nombre proviene de la palabra "Mármol" ya que durante su construcción se propuso que fuera construida en mármol traído de Suecia, pero el proyecto era muy costoso y finalmente se abandonó la idea. 

Como hacía mucho frío, decidimos meternos en el museo de medicina. Con el carnet de estudiante internacional, sólo nos costó 30 DKK cada entrada, unos 4 euros. 
La visita dura unos 45 minutos y cada hora un guía te explica el museo en inglés. 
En esta ocasión había una exposición sobre el cerebro y enfermedades sobre el cerebro. Aprendí cosas muy interesantes y creo que merece la pena. Por otro lado, no es un museo muy adecuado para visitar con niños o personas sensibles ya que tiene una gran colección de bebes y fetos conservados en formol con todo tipo de deformidades propias de años atrás, cuando la medicina no había evolucionado tanto. 
Puede parecer un lugar un tanto macabro pero es muy interesante para personas que estudian medicina, ya que se exponen partes del cuerpo con enfermedades que hoy en día sería difícil encontrar. Además hay otras salas con instrumental antiguo y la representación de un auditorio antiguo donde se realizaban las autopsias en directo y todos los alumnos podían observar desde arriba para aprender. 
En la entrada del museo se encuentra un vestido realizado con pastillas. En la descripción pone que es una representación de todas las pastillas que tomó una mujer en Inglaterra con síndrome metabólico, una enfermedad relacionada con la obesidad y que desencadena otras enfermedades. 
  


Después de entrar en calor pudimos volver a salir a la calle con la intención de visitar la estatua de la sirenita. Tuvimos que andar un buen rato y llegamos a Churchillparken donde se encuentra la iglesia de San Albano. Una de las iglesias que más me impresionó. 



Muy cerca está la fuente de la diosa Gefión. Cuenta la leyenda que el rey de Suecia prometió darle a la diosa Gefión todo el terreno que pudiera arar en una noche. Por eso convirtió a sus cuatro hijos en bueyes, para poder arar más terreno. Al día siguiente, todo el terreno arado se arrojó al mar y nació la isla de Selandia, donde se encuentra hoy en día Copenhague. 




Por fin, un poco más allá se encuentra la estatua de la sirenita, sentada en una piedra mirando al mar. Según dicen la estatua siempre decepciona, pero yo me la esperaba tal y como es. Lo que no se entiende es la fama que tiene, es casi imposible sacarse una foto sin gente por el medio, pero al final, lo conseguí. 



Esta estatua está inspirada en el cuento de la sirenita de Hans Christian Andersen, lo que yo no sabía es que al final del cuento, la sirenita muere!!!!! Menos mal que Disney se encargó de suavizarnos la historia. 
Al final paseamos por Kastellet (o ciudadela). Por lo visto, es un conjunto de casas donde viven soldados y sus familias. Está rodeado por unos canales que forman una estrella y en su interior hay un montón de casitas rojas muy originales.



Los canales estaban empezando a congelarse... y eso que todavía no hacía mucho frío. 
Caminando llegamos a un barrio muy curioso, todo de casas amarillas iguales... eran casas antiguas que parecían abandonadas, pero cuando nos asomábamos a las ventanas siempre nos asustaba alguien. 


Sin querer, llegamos a los jardines del rey y desde allí se podía ver el castillo de Rosenborg, no entramos dentro pero por fuera era impresionante. 


Por fin íbamos acercándonos al barrio donde estábamos alojados porque llevábamos todo el día fuera y estábamos agotados. En realidad sólo eran las 16.30 de la tarde pero el tiempo aquí pasa muy despacio, por suerte. 
  

Finalmente fuimos acercándonos de nuevo a la calle Stroget y nos encontramos por casualidad con la torre redonda. Fue una pena no visitarla por dentro porque no es la típica torre con escaleras sino que se sube en forma de espiral con rampas hasta la parte de arriba. 


Pasamos por la tienda de LEGO, que estaba apunto de cerrar, alas 18:00 de la tarde, pero pudimos ver cosas muy chulas hechas con piezas de LEGO




Por fin,fuimos a cenar y a dormir.

Día 3 : Viernes  

Este día empezó muy tarde, a las 11:00 más o menos y es que estábamos esperando a ver si dejaba de llover, pero nada. 
Fuimos caminando hasta la fábrica de cerveza Carlsberg. Parece que está muy lejos del centro pero se tarda 10 minutos caminando. La zona es un poco fea porque está todo en obras pero tenía mucha curiosidad por ver a los "elefantes nazis" que hay en la entrada de la antigua fábrica. La entrada vale cerca de 12 euros e incluye la cata de dos cervezas. Nosotros no entramos a verla porque no teníamos mucho ánimo ese día. 





No os alarméis, no es que los fabricantes de Carlsberg fueran nazis. La esvástica es un símbolo indio que significa alegría y bienestar y anteriormente a la época nazi fue utilizada como símbolo de esta cerveza. A partir del año 1935 más o menos dejó de utilizarse.

Después de visitar esta zona y hacer unas fotos queríamos ir a visitar el barrio de Christianhavn, pero nos perdimos y fuimos a parar a otra parte, aunque nos vino bien porque vimos cosas muy chulas como esta, una pista de hielo en medio de la ciudad.



Después de toda la mañana caminando llegamos a Christianhavn. Nuestra intención era visitar la iglesia de San Salvador, que tiene una escalera exterior de caracol que sube hasta la punta de la torre pero estaba cerrada.





Por el camino encontramos el edificio de la antigua bolsa de Copenhague. Su torre está formada por cuatro dragones que entrelazan sus colas. 



Finalmente visitamos el barrio de Christiania. Teníamos muchas ganas aunque nos daba un poco de miedo por las opiniones que habíamos visto. Es una especie de parque sin asfaltar. Este barrio es muy popular por ser un "estado" a parte de Dinamarca. 

Es un poblado formado por personas que decidieron vivir de forma independiente en los años 70. A partir de entonces se quedó como un experimento social aprobado por el gobierno. Tienen sus propias normas y la policía no entra en esta zona. Es popular por la venta de drogas y dentro está prohibido hacer fotos. 
Hay personas vendiendo y consumiendo drogas blandas a la vista de todos, cosa que no es legal, aunque la policía lo pasa por alto. Es un sitio muy curioso. Hay puestos que venden productos relacionados con la marihuana y otras cosas como papel de fumar, caramelos de cannabis, y demás cosas con la bandera de Jamaica. Más adentro hay unas casetas y bares donde la gente va a fumar. 
Es una tentación no hacer fotos, pero está totalmente prohibido.
Yo no hice ninguna por si acaso, sólo a la entrada del barrio, donde se puede ver el estilo hippie y libre que vas a encontrar dentro. 



No sólo se encuentra dentro a los típicos hippies, hay gente de todo tipo, turistas, chavales fumando y hombres en traje. Es un lugar muy variado. 
Después de esto volvimos al hotel porque la lluvia empezó a caer muy fuerte y acabamos empapados. Me llamó muchísimo la atención que los habitantes de Copenhague seguían tan impecables montados en sus bicis a pesar de la lluvia.
Después de esto nos cambiamos de ropa y fuimos a comprar las últimas cosas del viaje y volvimos al hotel para dormir. 

Día 4: Sábado 

Este día decidimos ir a Malmo, una ciudad de Suecia conectada con Copenhague por un puente, pero esto lo contaré en un próximo Post. 


¿Queréis saber por qué he llamado a Copenhague la ciudad de los guantes perdidos? 

Bien, pues todo tiene su historia y una de las cosas que más me llamó la atención fue la cantidad de guantes que pierde la gente en esta ciudad. A mí me ha pasado más de una vez que al sacarlos del bolsillo uno se cae y no te das cuenta...

Me parece una propuesta de "arte callejero" muy interesante recoger todos esos guantes sin dueño y hacer un collage gigante o algo así o guardarlos en una caja y que al final del invierno todos los dueños de un guante perdido puedan ir a buscar a ese pobre guante que se ha quedado huérfano... qué os parece? Me encantaría proponérselo a algún artista danés, que tiene pinta de haber muchos... Aquí os dejo sólo una muestra de todos los que encontré. 







Pobres guantes perdidos... si quieres adoptar a un guante abandonado ya sabes dónde va a estar esperándote...Hasta la próxima.